domingo, 24 de octubre de 2010

Todo lo que se hace por amor

De los pecados que están establecidos y debidamente clasificados tengo de todos un poco, de algunos mucho. Y esta afirmación no tiene en absoluto el objetivo de hacerme sentir culpable, porque a esta altura ya aprendí que es inevitable. Me sirve, en cambio para no engañarme. Porque cuando me miro limitada, soberbia, desconfiada y temerosa, incapaz para la alegría y triste casi de profesión, sé que yo también necesito una mirada de amorosa compasión sobre mi vida.

Solo así se me va la hipocresía que me hace sentir que yo estoy bien y vos mal.

A todos mis amigos torpes e imperfectos como yo les agradezco el paso por mi vida. También la comprensión en los días en que solo pienso en cambiar el mundo con violencia. Los que me quieren saben que me muero de impaciencia y que me duele la espera en mis tiempos de ceguera. Pero gracias a ellos sigo aquí .

Porque el escándalo del amor lo supera todo y es la única respuesta, el bálsamo donde todo se cura, el punto de llegada y de partida.

Y me equivoco mucho y vos también y soy terriblemente incapaz de vivir aceptando mi destino.

Nietzsche, que como nosotros era un desesperado, también lo dijo: todo lo que se hace por amor está más allá del bien y del mal.

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